Tiempo
"Detente"
Se despertó bastante agitado. Aquella voz (¿o debía decir voces?) le perseguía constantemente. Estaba cansado y débil. No había vuelto a usar la cápsula del hipersueño y esta vez se había quedado dormido en el asiento del piloto. Su organismo sufría el paso del tiempo tras largos periodos de viaje espacial, que aunque se contrarrestaba por el viaje a la velocidad de la luz, comenzaba a pasar factura. Pero no podía soportar nuevamente la animación suspendida. Pero no era el sucumbir al paso del tiempo lo que mas le preocupaba. Era aquella voz, que había tomado dos personalidades y le hacía confrontarse a si mismo y su determinación a alcanzar su objetivo.
"No conseguirás nada si sigues buscándome" volvía a decir aquella voz, con tono severo.
Sacudió la cabeza y miró al monitor. Había pasado ya mucho tiempo desde que había visitado aquel planeta donde encontró al misterioso anciano. Levanto su mano, notando la piel pálida y arrugada. Bien podría aparentar unos quince o veinte años mas. Había perdido la cuenta ya de cuanto tiempo llevaba viajando desde entonces.
"Sígueme" le hablaba la voz, por el otro oído, esta vez con un tono suave y tranquilizador.
Cerró los ojos e inclinó la cabeza hacia atrás, tratando de poner orden en sus pensamientos. Habían pasado unos cinco minutos cuando finalmente notó que lo que le había despertado era una alarma incesante en los controles de navegación. Al parecer había estado muy atontando como para fijarse en el peligro que le tocaba enfrentar ahora.
"Todo irá bien" dijo con tranquilidad la voz.
Se impulsó con sus brazos para ponerse en pie y mirar nuevamente los monitores. Unos cuantos gestos para dar las ordenes indicadas y pronto vio cual era el problema. Necesitaba hacer un aterrizaje de emergencia y completar unas reparaciones. La lanzadera YK12Z estaba preparada para viajes muy largos, pero ya había excedido de gran manera las condiciones normales de vuelo. Suspiró, porque eso le restaría mucho mas tiempo en su búsqueda y bien podría poner fin a todo.
"Podías haber dejado las cosas como estaban. Vivir tu vida. Ahora has entregado tu tiempo a la nada"
Apretó los párpados, al igual que los puños. Sentía un ligero temblor recorrer todo su cuerpo.
"El tiempo es solo una ilusión. Tu viaje no ha sido en vano. Todo valdrá la pena. Siéntelo en tu interior".
Fijo el curso al planeta mas cercano. Resultó ser que la nebulosa que le había indicado el anciano en el mapa (la nebulosa Arkos2112) se encontraba en los extremos del universo conocido. Sería un viaje sin regreso, pero un viaje que sabía muy bien dentro de si que debía realizar. Sin importar lo que dijera aquella voz. Debía llegar a su objetivo.
Por suerte se encontraba cerca de un sistema regido por le Consejo con gran presencia de colonias humanas. Otra ventaja es que no le desviaba demasiado de su curso y probablemente no tendría problema para realizar sus reparaciones. Se colocó rápidamente el arnés de seguridad y fue en búsqueda de una ración de alimento. Volvió al puesto del piloto, terminó de dar las instrucciones para el aterrizaje y se dedicó a esperar mientras comía.
El astro-puerto de aquel planeta era mucho mas organizado que aquel de los exiliados. Le indicaron uno de los hangares despejados que podía usar para aterrizar y a su petición le comunicaron con uno de los mejores ingenieros en el puerto para que le ayudara a revisar la nave. Pronto se encontraba aterrizando con total normalidad, aunque estaba lleno de impaciencia por continuar su viaje.
Se liberó del arnés de seguridad cuando ya era seguro salir de la nave y abrió la compuerta. Pero tan pronto puso un pie fuera de la lanzadera sintió que su vista se nublaba y caía con gran estrépito al suelo.
"Es el fin de tu viaje" le dijo la voz, mientras flotaba en la oscuridad sin rumbo alguno. No sentía su cuerpo. No sentía nada. "Libérate" volvió a escuchar aquel susurro. Intentaba moverse, abrir los ojos, escuchar, hablar, sentir; pero nada. "No te rindas"
Alguien lo sacudía. Pronto comenzó a parpadear y a poder enfocar la vista. Alguien le miraba fijamente, con una gran sonrisa en el rostro "¡Vaya, amigo! Que susto nos ha dado. Pensamos que... no, no importa" el hombre que estaba ante él llevaba una gorra azul, un rostro bastante bronceado y se frotaba la nariz con el dorso de la mano constantemente como un gesto de despreocupación. "Gracias doc" dijo girando la parte superior de su cuerpo al momento que el médico se despedía "Parece que al final mi método ha sido mejor ¿eh?" el viajero notó entonces que le habían colocado algunas vías y por la sensación que le daba, algún tipo de energizante corría por su cuerpo. Le habían salvado, probablemente. "Rick. Rick Stones, me han dicho que necesitaba ayuda con su nave. No, no, no se levante" el ingeniero hablaba de manera bastante jovial y estridente, y con un fuerte brazo le impidió incorporarse. "Los chicos han echado un ojo y no parece ser grave. Podrá irse muy pronto, aunque yo siendo usted descansaría un par de noches".
El viajero suspiró y se dejó caer en la camilla. Se había negado a que lo llevaran a otro lugar y por un par de horas escuchó como trabajaban constantemente para reparar la nave.
"Era mejor no despertar" volvió a susurrarle la voz.
Finalmente se puso en pie y entró a la lanzadera. Rck se encontraba allí, con una amplia sonrisa al haber culminado su trabajo. "Todo parece estar en orden, jefe" le habló con su tono jovial. El viajero asintió con la cabeza e intentó hablar, produciendo un sonido bastante grave "Gracias". El ingeniero le indicó a sus ayudantes que sacaran las cosas y dejaran todo en orden, mientras le indicaba al viajero que pasara a la cabina del piloto "¿Estás bien, amigo? Te veías muy mal hace un rato. El doctor ha recomendado que te quedes por aquí una temporada y quizás plantearte el dejar los viajes espaciales por tu propio bien." levantó la mano para que no le interrumpiera "Le he dicho que yo te lo explicaba. A veces los médicos son muy pesimistas con estas cosas. Pero, pareces un tipo fuerte. Tu mirada me dice que no piensas dejar de ir a donde tienes que ir. ¿O me equivoco?" el viajero le miró un tanto extrañado por la manera tan natural en que aquel hombre parecía comprenderlo "No tengo opción" Rick se rascó la barbilla "Siempre tenemos opción. No pienso detenerte, pero debes tomar en cuenta lo que dijo el doctor. Date un descanso. No pude evitar ver el mapa astral." se le notaba cierta preocupación en el tono de voz "Piensas ir muy lejos, a lugares no explorados. Un viaje que no deberías hacer solo, a tu edad" soltó una carcajada "Según los registros, bien podrías tener al menos unos 300 años mas que yo." volvió a reír "No quise hacer los cálculos. No tiene mucha importancia. Con esto de los viajes y el hipersueño ya todos esos números carecen de sentido." le hizo señas para que se sentara. Su preocupación era genuina, por lo que el viajero se sentó sin hacer mucha protesta.
"Así que... ¿que te lleva a Arkos2112?" le preguntó de manera directa. Mantuvo la mirada fija en el viajero, esperando cualquier reacción, pero este mantuvo su semblante serio y mirada severa. "Es mi última oportunidad..." le respondió con aquella voz ronca y cansada, sin parpadear, sin desviar la vista.
"¿Tanto deseas verme?" le susurró la voz.
Rick volvió a rascarse la barbilla y se encogió de hombros "Vale, entiendo" decidió no hacer mas preguntas "No pareces ser de los que habla mucho y en tus ojos se nota que estás decidido. Tan solo... ten cuidado." se acercó para darle un par de palmadas en el hombro "En el terminal están los datos para el pago. Le he hecho algunas mejoras a la nave para que tu viaje sea mas eficiente y seguro." caminó en dirección a la puerta de la cabina "Suerte, en lo que sea que tratas de encontrar" y sin decir mas, salió de la nave.
"Deberías hacerle caso y desistir"
El viajero permaneció unos minutos, con la mirada perdida, sentado en el asiento del piloto. Su mente divagaba en recuerdos. Su cuerpo se volvía pesado y comenzaba a sentir la fatiga. Comenzaba a sentir que le abandonaba todo deseo de seguir con aquel viaje. Pero aquellos ojos, volvieron a mirarle en la oscuridad, volvían a encontrarse frente a él.
"Sígueme... te estoy esperando"
Parpadeó un par de veces y presionó sus dedos contra los párpados cerrados. "Es mi última oportunidad" susurró en voz baja. Levantó la vista a la pantalla y completó el pago al equipo de mecánicos. No le importaba cuanto era, ya que el dinero no le serviría de nada a donde iría. No iba a volver.
Pidió al centro de control el permiso para el despegue y pronto se despedía de aquel planeta, del cual ni sabía su nombre, pero ahora sentía la total convicción de que no había vuelta atrás. Se llevó la mano al pecho. Su corazón latía cada vez mas lento. No había tiempo.


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