Hoy le daré a esto un uso distinto. Esto es un blog y normalmente (en sus inicios) la gente lo usaba como una especie de journal online, para hablar de sus vidas, pensamientos y demás. Yo no hablo casi nada sobre mí (quien me conoce sabrá) Nunca (en realidad, rara vez) voy contando mis problemas a los demás. Me reservo todo. Si voy a contar algo es porque ese algo vale la pena contarlo y es de carácter positivo. Aun así, lo que me permito contarle a los demás es bastante limitado. Soy poco conversador (en situaciones normales, porque hay temas que logran darle un giro de 180º a mi actitud y no paro de hablar) pero existen personas con quienes he podido alcanzar ese tipo de conexión de alguna u otra forma que me permite ser mas abierto y confiar todo lo que me pasa por la mente con ellos.
Soy introvertido. Eso no es sorpresa y muchas de las características de mi personalidad están arraigadas en ello. No me gusta molestar, no me gusta perturbar a los demás, no me gusta que mis angustias se conviertan en sus angustias. Así que toda la vida anduve reservándome todas esas cosas que conservo dentro de mi mente y mi corazón. Incluso, rara vez me enojo (enojarme de verdad, porque si hay cosas que me irritan pero tampoco lo expreso directamente) pero esto ya es mas complicado y siempre habrá algún momento en que estalle, por suerte no pasa muy seguido.
Esto no significa que desconfío de la gente. Al contrario, suelo esperar siempre lo mejor de los demás. Desde hace varios años he tenido la idea de que yo carezco de malicia (no por hacerme el bueno, porque ya hay una lista de cosas que podrían considerarse malas que he hecho a lo largo de mi corta vida) y por ello rara vez voy con esa mentalidad de que hay algo oculto, que hay otras intenciones. Esto lo extrapolo (inconscientemente) a los demás y pienso que tienen la misma actitud. Obviamente en mas de una ocasión esto no era así y varias personas siempre van por allí pensando en si mismo sin preocuparse por no dañar a los demás o, mucho peor, dañando con toda la intención.
Aun así, no desconfío de la gente por default. Simplemente no me gusta que mis problemas salgan a flote. Desde pequeño aprendí a ser independiente al resolver mis problemas. Aprendí a resolvérmelas solo en la mayoría de los casos. Irónicamente, anhelando siempre conseguir en quien apoyarme cuando mas lo necesito, sin saberlo.
Tuve amigos. Si, muchos. En especial en la infancia en que no me atormentaban tantos pensamientos (a medida que crecemos vamos agregando muchos criterios a la manera en que funciona nuestra mente y todo se va complicando) pero igual al ir creciendo nunca llegué a ese punto de poder hablar con soltura de mis problemas con otra persona.
Finalmente, como todo introvertido de nuestra generación, encontré un escape a través del mundo virtual. Muchas amistades que aun mantengo hoy en día nacieron y existieron gracias a las telecomunicaciones. Personas de diversas partes del mundo con quienes he formado un nexo bastante fuerte y finalmente, en una que otra ocasión, permitir que escucharan mis problemas, que me tendieran una mano amiga a través de sus palabras. Una confianza que aun existe y que en aquellos momentos que sucumbo a esos tormentos busco con quien desahogarme por este medio. De esas amistades aprendí mucho y siguen siendo algo preciado para mi. Pero a pesar de todo, me sigue costando abrirme de esa manera y es tras dar muchas vueltas dentro de mi habitación que me animo a escribir las palabras que tantas vueltas dan en mi cabeza.
En el mundo de lo tangible también existen esos amigos. Contados, pero existen. Quizás no para aquellos problemas de índole mas sentimental, pero si de otras cosas que me perturban en diversas ocasiones. Estos amigos son con los que tengo una relación mas fuerte. El tenerlos cerca es de mucha ayuda (sin menospreciar a aquellos que conozco vía internet, que igual siempre siento que me acompañan esté donde esté, sea cual sea la situación por la que esté pasando) No me juzgan, me apoyan y opinan y discuten conmigo. Pero sigue existiendo esa barrera que está marcada por el punto en que comienzo a sentirme vulnerable.
Y cuando soy vulnerable es cuando mis pensamientos empeoran.
He cruzado barrera. Si. Y fue lo mejor y lo peor para mi. Poder compartir sin temor todo aquello que guardo con tanto recelo es liberador. Siento una conexión mayor. Siento que he encontrado alguien especial en mi vida que puede comprender y saber que es algo que se me hace tan difícil. Pocas veces a sucedido y nunca de la misma manera.
A veces conozco a alguien y tardarán días, meses o quizás un par de años en que consiga sentir una amistad verdadera (o algo mas) y que pueda quitar el seguro de manera natural. Otras personas llegan y de inmediato siento (porque no es algo consciente, es simple instinto) que hay algo especial en esa persona y el proceso se hace mas fácil, se siente mas familiar e incluso mas natural, porque es como si siempre estuvo allí. Y es allí cuando soy mas vulnerable pero no me importa. Se que puedo decir las cosas a la ligera, sin pensarlo mucho. Cuando con otras personas mido cada una de mis palabras (en parte por no revelar mucho, en parte porque tiendo a hacer que hayan muchos malentendidos por mi tipo de lógica algo diversa) con estas personas puedo decir las cosas de manera relajada y saber que no hay peligro.
Pero si lo hay.
Siempre lo hay.
En el fondo lo se, pero eso no me detiene. No es hasta que, eventualmente, algo afecta esa conexión. No seré fatalista diciendo que siempre sucede, pero si es bastante común. Mientras mas cerca se está, mas daño se hacen. Es el momento en que vuelvo a ser consciente de la vulnerabilidad. Es el momento en que surgen los conflictos internos y vuelve a ser complicado expresarme. No queda mas que retraerse. No queda mas que volverse a alejar a una distancia segura. La otra persona puede entenderlo o no. Puede alejarse también, si lo ve necesario. Puede permanecer. Siempre quisiera que permanezcan. Pero se hace difícil.
Mantengo la distancia. Es lo que siempre hago. Pocos dejo acercarse y los aprecio. Pase lo que pase. Aunque me quede callado. Aunque deje de buscar. Esas personas siempre les apreciaré. Aunque siempre estoy serio, hay muchas cosas detrás.
Los dos párrafos anteriores son una muestra de lo que digo. Esta entrada en el blog es un ejercicio que decidí hacer, de expresarme un poco aunque no vaya dirigido a nadie específicamente. A dejar esto ahí, para quien lo encuentre por casualidad mientras lee alguna de las otras cosas que publico y terminen sabiendo algo mas de mí. Pero ahí sucedió, luego de estar explicando sin problemas, todo vuelve a ser enredado y termino entonces por cerrar el tema. En cualquier momento lo hablaré con alguien, cuando lo sienta necesario. Por ahora, quedará en estas palabras y me distraeré con algo mas.
P.D: Prefiero hacer reír a las personas. Así que la próxima vez hablaré de algo mas animado o compartiré chistes malos (Yoda style!... nadie entenderá). Por eso digo que entiendo como se sentía Robin Williams gran parte del tiempo.


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