Tras perder el tiempo abriendo cofres vacíos y peleando con hombres fuertes conseguimos descubrir la clave (y por suerte) descifrar el código de las estatuas. Encontramos al tal Drake que es un pinche tramposo que usa una poción curativa para luego enfrentarnos a un fantasma que solo quiere hacernos una entrevista laboral. Todo va bien.
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